Los grupos de padres se llevan a cabo dos veces al mes como parte de la consejería, y los padres aprenden estrategias específicas para lidiar con la agresión o el comportamiento de retraimiento de los adolescentes. Mejora de la resiliencia mental. Es importante que tanto los padres como los adolescentes comprendan que los sentimientos de enojo pueden desarrollarse incluso cuando no está realmente enojado con una persona o situación en particular, el enojo también proviene del estrés, la frustración, la culpa, la fatiga y el miedo. A través del entendimiento común, se fortalece la cooperación con el adolescente y la capacidad de resolver situaciones estresantes.